Así es. Mediante la satánica Decisión 666, Chile es admitido nuevamente, desde el pasado 8 de Junio, como miembro asociado del Pacto Andino, ahora, Comunidad Andina de Naciones. Decisión satánica para los adictos a la economía entendida como lo hace Milton Friedman, para los adictos a Portales y para todo quien crea que el vecindario no importa, sino que sólo importan los tratados de libre comercio con los países ABC1.
¿Qué dice esta Decisión 666? Veamos.
- Primero, concede a Chile el derecho a voz en todos los organismos políticos de la Comunidad Andina. Claramente el reclamo ante la FIFA de la CAN, por poner un ejemplo en extremo doméstico, tuvo mucha más resonancia cuando lo hizo un organismo integrado en vez de cada país (Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador) por separado. Chile tendrá una voz política y podrá influir en la región con mucha más fuerza que en su condición autista anterior.
- Segundo, establece una serie de materias de interés común para investigar, como el fomento a las MIPyMEs, la protección social a los más pobres, la educación (a través de la normalización de planes educativos por el Convenio Andrés Bello), la salud (mediante los mecanismos contemplados en el Convenio Hipólito Unanue), el medio ambiente (haciendo responsable a CONAMA ante los órganos comunitarios de la CAN por sus decisiones que sean extrañas a los parámetros andinos) y la democracia y los derechos humanos.
A eso le tienen miedo nuestros políticos. Y por eso esta noticia, que marcará el devenir de Chile como república, no fue consignada en ninguna parte.
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