lunes, 11 de junio de 2007

Chile, país andino.

Es sorprendente cómo los periódicos se contentan con una serie de no-noticias para sus primeras planas, como el amorío entre dos líderes pingüinos o el trasero de Pops, perdiéndose el notición que marcará los próximos años de nuestra vida como república independiente. Ese notición sólo está aquí, y es una noticia que no sólo modificará el rol que Chile jugará en el cono Sur, sino que nos dará la posibilidad para revertir una política de desprecio de nuestros vecinos que se arrastró desde 1976, cuando Chile abandonó el Pacto Andino, y que todos sabemos de dónde vino.

Así es. Mediante la satánica Decisión 666, Chile es admitido nuevamente, desde el pasado 8 de Junio, como miembro asociado del Pacto Andino, ahora, Comunidad Andina de Naciones. Decisión satánica para los adictos a la economía entendida como lo hace Milton Friedman, para los adictos a Portales y para todo quien crea que el vecindario no importa, sino que sólo importan los tratados de libre comercio con los países ABC1.

¿Qué dice esta Decisión 666? Veamos.
  • Primero, concede a Chile el derecho a voz en todos los organismos políticos de la Comunidad Andina. Claramente el reclamo ante la FIFA de la CAN, por poner un ejemplo en extremo doméstico, tuvo mucha más resonancia cuando lo hizo un organismo integrado en vez de cada país (Colombia, Perú, Bolivia y Ecuador) por separado. Chile tendrá una voz política y podrá influir en la región con mucha más fuerza que en su condición autista anterior.
  • Segundo, establece una serie de materias de interés común para investigar, como el fomento a las MIPyMEs, la protección social a los más pobres, la educación (a través de la normalización de planes educativos por el Convenio Andrés Bello), la salud (mediante los mecanismos contemplados en el Convenio Hipólito Unanue), el medio ambiente (haciendo responsable a CONAMA ante los órganos comunitarios de la CAN por sus decisiones que sean extrañas a los parámetros andinos) y la democracia y los derechos humanos.
Esto es satánico además por una serie de razones. Recordemos que las historias de Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia han tenido destinos muy diferentes a la chilena. No tanto por éxito económico o falta de este, sino que presenciaremos cómo sociedades que no fueron sometidas a una limpieza mental de 16 años se integran más profundamente con una que sí. Tenemos a dos puntas de lanza de la Alternativa Bolivariana para las Américas, los gobiernos de Bolivia y Ecuador, afines a Hugo Chávez. A una sociedad, la peruana, que a pesar de haber padecido a Fujimori Aruberuto mantuvo su simpleza y su estructura básica. Y a otra, la colombiana, que es la antípoda de Chávez, símbolo de la real intervención norteamericana (no la de papel, la que muchas veces denuncia Chávez, sino que intervención de verdad). ¿Neoliberalizará más Chile a los países andinos? ¿O sucederá al revés? Tal parece que lo último es más probable.

A eso le tienen miedo nuestros políticos. Y por eso esta noticia, que marcará el devenir de Chile como república, no fue consignada en ninguna parte.

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